Aceites Esenciales, Artículos

Psiconeuroinmunología y Aromaterapia

La psiconeuroinmunología es un campo científico interdisciplinar que se dedica al estudio e investigación de los mecanismos de interacción y comunicación entre el cerebro (mente/conducta) y los sistemas responsables del mantenimiento homeostático del organismo, los sistemas: nervioso (central y autónomo), inmunológico y neuroendocrino, así como sus implicaciones clínicas.  (Describe George F. Solomon, psiquiatra).

La Aromaterapia tiene la capacidad de mejorar y/o mantener el estado de salud general del organismo y resolver problemas puntuales de salud.

Se sabe que los pensamientos influyen en la salud y pueden actuar con un efecto nocebo y enfermar o al contrario ayudar a sanar. Pero no es de esa manera que los aceites esenciales colaboran en la curación. No solamente nos pueden traer recuerdos y agradarnos en mayor o menor medida y no es solamente una cuestión de fe o creencias el uso de aromaterapia. De hecho los aceites esenciales pueden ayudar a romper patrones de pensamientos negativos, obsesivos, hipocondríacos y miedos, entre otros. Este no es el único poder que tienen.

Podemos usar aceites esenciales en problemas asociados al sistema circulatorio, al sistema inmunológico, etc. etc., porque son la suma de muchísimos compuestos químicos naturales sintetizados por la planta en la sinergia natural que la naturaleza creó para la planta en sí,  y que han sido experimentados y estudiados (existen numerosos estudios científicos) en su actividad terapéutica.

En una sinergia podemos ver que sus propiedades no solo se suman sino que se potencian, el resultado es superior a la suma de los resultados de cada elemento o de cada parte actuando aisladamente… Esto garantiza que usados correctamente no tienen efectos secundarios como cuando se aíslan o reproducen sintéticamente sólo determinados componentes del aceite esencial u otros, artificialmente. El aceite esencial puro y natural está en pleno equilibrio donde no le falta ni le sobra ninguno de sus compuestos y emplearlos sin alterar ese equilibrio natural es la manera más sabia y provechosa de usarlos, incluso a pesar de las variaciones que la naturaleza haga sobre las cosechas e incluso entendiendo las limitaciones que tienen, por ejemplo la condición de fotosensibilizantes, que usados correctamente no van a traer ningún problema y sí muchos beneficios, por ejemplo por la vía olfativa, aunque no debamos exponernos al sol luego de utilizarlos en la piel.

Además ingresan en el organismo por rutas tremendamente eficaces, inclusive donde no podría hacerlo ningún otro tipo de fármaco es la vía olfativa, clave para tratamientos que requieren un cambio en el estado de ánimo, la tensión nerviosa, mejor predisposición, mejor calidad de sueño, la reducción del estrés, la ansiedad o la depresión, calmar estados de ira o pánico o el tratamiento del déficit de atención, entre otros.

Entre los ejemplos podemos señalar el uso durante la menopausia, donde hay cambios en el sistema endocrino, físicos y psicológicos.

Hay aceites esenciales que tienen una actividad similar a los estrógenos, aceites esenciales que aumentan la inmunidad, que mejoran la circulación sanguínea y linfática, atacan hongos, bacterias y virus, y también aceites que podemos aplicar en cosmética natural y neurocosmética (que está de moda) donde a través del sistema nervioso se mejora el estado de la piel y aumenta la belleza. Esto es justamente algo que hacen los aceites esenciales cuando los usamos con ese propósito y a veces como un plus sin buscarlo mientras los usamos por otras cuestiones.

Para poder comprender cómo funcionan los aceites esenciales en el organismo y por qué sirven de ayuda para muchos desequilibrios hay que tener una idea de cómo funcionan los diferentes sistemas del cuerpo, como están conectados unos con otros, la comunicación neuro-endocrina (que para simplificar podemos imaginarla como una comunicación eléctrico-química) y como participan los aceites esenciales. Los aceites esenciales tienen energía, tienen actividad química, poseen diferente PH y otras características.

El aceite esencial utilizado brinda un aporte molecular (aspecto material) y también un aporte bioelectrónico (energético).  Pierre Franchomme y Daniel Pénoël se refieren a la “tríada aromática” de materia, energía e información.

En el aspecto energético de las moléculas aromáticas, los aceites esenciales poseen actividad eléctrica intercambiando electrones. Los aceites esenciales pueden ser positivizantes o negativizantes. Cuando aportan electrones: negativizando – Cuando captan electrones: positivizando – Cuando aportan protones: acidificando. Intervienen en el proceso de oxidación, unos como antioxidantes previniendo el efecto de los radicales libres y otros con efectos pro-oxidativos favorables a la destrucción de células dañadas. Creo que esto también explica por qué son asociados a las cualidades yin y yang provenientes de la MTC.

En los estudios realizados por Bruce Tainio sobre las frecuencias bio-eléctricas de los AEs, se muestra que tienen una alta tasa de vibración energética que se ha medido en Mhz. El aceite esencial de Rosa puro y natural se ha medido en 320 Mhz., de Lavanda en 118 a 150 Mhz. y de Menta en 78 Mhz., entre otros.

El aceite esencial puro y natural es en sí una sinergia de sus propios componentes, y el secreto de aplicación en Aromaterapia son las sinergias con los aceites esenciales.

De los aceites esenciales y un entendimiento de los mismos podemos se pueden lograr ricas sinergias  para mejorar el estado físico, mental y emocional. Lo que sigue es un resumen sobre los sistemas involucrados:

Sistema neuro-endocrino

El sistema endocrino está controlado en última instancia por el sistema nervioso, principalmente a través de la vía hipotálamo-hipófisis. La hipófisis regula el resto de la actividad glandular endócrina.

Los órganos de los sentidos captan los estímulos. El sistema nervioso se encarga de recibir la información y elaborar las respuestas adecuadas. Procesa todo. Coordina y relaciona todas las funciones corporales.  

Órganos efectores (respuesta)

– Respuesta secretora: El sistema endócrino está compuesto de órganos llamados glándulas. Segregan hormonas, que son mensajeros químicos de diversos efectos.

– Respuesta locomotora: músculos, huesos. Movimiento.
Glándulas del Sistema Endocrino                   Sistema Nervioso


El sistema nervioso periférico (a lo largo de todo el cuerpo) se encarga de encarga de comunicar la información de los órganos sensoriales con los centros nerviosos y los centros nerviosos con los órganos efectores. Está formado por todos los nervios y los ganglios nerviosos fuera del SNC.

El sistema nervioso central está formado por medula espinal y encéfalo.

La información se transmite por:

En el sistema nervioso: a través de impulsos eléctricos: IMPULSO NERVIOSO. La actuación es muy rápida y poco duradera. (Ejemplo: retirar la mano de una llama para no quemarse). Las neuronas transmiten la información de unas a otras en forma de impulso nervioso. El impulso nervioso es una corriente eléctrica unidireccional.

El sistema nervioso controla tanto acciones voluntarias como involuntarias. El sistema nervioso cerebroespinal (central y periférico) se encarga de coordinar las relaciones con el medio externo, es decir, las voluntarias. El sistema nervioso autónomo o vegetativo (SNA) se encarga de controlar las funciones involuntarias.

En el sistema endocrino: a través de mensajero químico: HORMONAS. La actuación es más lenta pero más duradera.

Cada glándula endocrina libera una o varias hormonas con funciones específicas.  La glándula más importante es la Hipófisis. La HIPÓFISIS GLÁNDULA PITUITARIA es una glándula endocrina que segrega hormonas encargadas de regular la homeostasis incluyendo las hormonas trópicas que regulan la función de otras glándulas del sistema endocrino, dependiendo en parte del hipotálamo, el cual a su vez regula la secreción de algunas hormonas.

Nuestro sistema endocrino rige la respuesta al estrés y regula la homeostasis. Los mensajeros químicos u hormonas secretadas intervienen en importantes procesos de largo plazo como el crecimiento y el desarrollo; el equilibrio de nutrientes, de electrolitos y de agua en sangre; dan respuesta en la energía, en el sexo y en el embarazo.

Los aceites esenciales funcionan de manera “similar” a las hormonas. En el sentido que viajan por el torrente sanguíneo para encontrar el punto receptor correcto y accionar la actividad biológica asociada con ese aceite esencial en la célula. Como las hormonas los aceites se filtran por el hígado y se excretan por los riñones.

Hormonas vegetales:  
René-Maurie Gattefossé  llama a los aceites esenciales “Hormonas Vegetales”, como indica el nombre de su libro. “Es evidente que el fenómeno químico que modifica la composición de las sustancias aromáticas de una planta están estrechamente vinculadas con las funciones fisiológicas de la planta. La experiencia ha demostrado que los factores que intensifican la función de la clorofila, también promueven la esterificación de terpenos en los alcoholes. Esto es, por lo tanto, un proceso biológico muy similar a los procesos hormonales en los animales (o personas)…. Las hormonas son catalizadoras de las funciones vitales, con un mecanismo que todavía no entendemos completamente….. Las esencias son, por lo tanto, extremadamente poderosas y sus efectos son múltiples.” –  René-Maurice Gattefossé, Gattefosé´s Aromatherapy (Essex: C. W. Daniel, 1993).

El encéfalo

Está formado por: Bulbo raquídeo, Tronco cerebral, Cerebelo, Cerebro. El BULBO RAQUÍDEO es la prolongación de la médula. Forma parte del SISTEMA NERVIOSO AUTÓNOMO: se encarga de regular el latido cardíaco, la ventilación pulmonar, la presión sanguínea,…etc.

Otras funciones del tronco cerebral son el control del sueño y la vigilia, los reflejos visuales y auditivos, etc. El TRONCO CEREBRAL está formado por varias partes del encéfalo situadas entre el bulbo raquídeo y el cerebro. En él se encuentra el HIPOTÁLAMO y la HIPÓFISIS. Estos últimos controlan a todas las glándulas del SISTEMA ENDOCRINO.

La hipófisis (glándula pituitaria)

En el sistema endócrino de los humanos LA GLÁNDULA PITUITARIA es la glándula maestra. La situamos en el SISTEMA LÍMBICO. Esta glándula cuelga del HIPOTÁLAMO en el cerebro límbico. Consta de un lóbulo anterior y un lóbulo posterior (Adenohipófisis y Neurohipófisis), que producen hormonas diferentes (Ver cuadro 1). Problemas como tiroidismo, infertilidad y muchos más tienen relación con su disfunción.

El HIPOTÁLAMO se ubica justo debajo del tálamo y está íntimamente relacionado con la glándula pituitaria. Es una de las partes más ocupadas del cerebro y está relacionada principalmente con la homeostasis. Regula, y tiene el control último, de las funciones del sistema nervioso simpático y sistema nervioso parasimpático, recibe información desde varias fuentes: nervio vago, nervio óptico (luz y oscuridad), neuronas, SISTEMA LÍMBICO y el NERVIO OLFATORIO. Envía órdenes al organismo de dos formas:

  • Por el sistema nervioso autónomo, lo que le confiere el control último de sus funciones.
  • Por la glándula pituitaria, con la que está conectado química y biológicamente.

La glándula pineal

También la glándula pineal o epífisis es una glándula endocrina y produce una hormona: la melatonina, que es sintetizada a partir del aminoácido esencial triptófano y participa en una gran variedad de procesos celulares, neuroendocrinos y neurofisiológicos. La melatonina es derivada de la serotonina (se cree que la glándula pineal conserva dentro de sí, un depósito de serotonina). Afecta tanto a los ritmos circadianos como estacionales. Regula el ciclo de sueño y vigilia. Regula las funciones corporales al ritmo de la naturaleza, al ritmo del sol y de la luna.

La forma de la glándula se asemeja a un pequeño cono de pino (de ahí su nombre). La glándula pineal es un transductor neuro-endocrino. Convierte la información lumínica en secreción hormonal. Controla el inicio de la pubertad perdiendo su secreción con el paso de la edad, también sufre una calcificación generalmente en la edad adulta. Contribuye al estado de ánimo.

Para algunos filósofos, investigadores, orientales, los antiguos chinos y disciplinas holísticas la glándula pineal tiene una enorme importancia. Se relaciona con la conciencia y la espiritualidad, con el “Tercer Ojo”, con los chakras, con la esencia del ser, con el despertar, con la sabiduría… Para René Descartes, era “la sede del alma”.

La amígdala

La amígdala cerebral está situada a ambos lados del tálamo, en el extremo inferior del hipocampo. Cuando es estimulada eléctricamente, los animales responden con agresión, y cuando es extirpada, los mismos se vuelven dóciles y no vuelven a responder a estímulos que les habrían causado rabia; también se vuelven indiferentes a estímulos que les habrían causado miedo o respuestas de tipo sexual.

La amígdala también está relacionada con la empatía.

Hay dos amígdalas, una a cada lado. Al recibir la señal del estímulo externo activa el estrés de alerta, envía cortisol y adrenalina (hormonas del estrés) ante el miedo, o el pánico (que es paralizante). De la amígdala pasa al lóbulo frontal, donde está la capacidad de resolver, pensar y mantener la amígdala bajo control. La amígdala produce excitación a mayor ruido y otros estímulos, pero la excitación es contraria a la concentración, por lo que no es fácil controlarla, requiere de esfuerzo y aprendizaje. En cuanto a la aromaterapia usamos aceites esenciales que sirven de ayuda cuando es necesario. Un ejemplo de esto sería el miedo a hablar en público.

El Sistema Límbico (integración sensorial-emocional-hormonal)

El sistema límbico interacciona muy velozmente (y al parecer sin que necesite mediar estructuras cerebrales superiores) con el sistema endocrino y el sistema nervioso periférico.

Está conformado por: partes del tálamo, hipotálamo, hipocampo, amígdala, cuerpo calloso, septo, mesencéfalo.

Comprende formaciones olfatorias: bulbo, pedúnculo olfatorio, estría olfatoria y lóbulo piriforme.

En el siguiente cuadro traté de resumir las glándulas y las hormonas que producen

El Sistema Olfativo

Algunos datos nteresantes:

La percepción de los aromas puede variar durante el embarazo, según la edad o el estado de salud de la persona.

A diferencia de otros sistemas sensoriales, el sistema olfativo envía señales directamente al córtex sin conectarse primero al tálamo.

En un estudio se propuso ( Bushdid et al., 2014 ) que los humanos podemos discriminar entre al menos un billón de estímulos olfativos. (Aunque parece que no está determinada aún la cantidad real de estímulos olfatorios que podemos percibir).

Recorrido de las moléculas odorantes:

Durante la inspiración a través de las fosas nasales, las moléculas odorantes alcanzan el epitelio olfativo, ubicado en la parte superior de la cavidad nasal.

La cavidad nasal está ocupada en gran parte por cornetes que determinan la dirección del flujo de aire y, durante la respiración normal, solo entre el 5% al ​​10% del aire inhalado llega al epitelio olfativo. El epitelio olfativo se encuentra en la parte superior de la cavidad nasal.

Las moléculas odorantes alcanzan el epitelio olfativo no solo con el paso del aire a través de inhalación por las fosas nasales (vía ortonasal), sino también a través de la nasofaringe (vía retronasal) con el aire que expira a través de la nasofaringe (cuando se ingieren alimentos o bebidas).

Los axones de las neuronas sensoriales olfativas en el epitelio olfatorio se proyectan directamente al bulbo olfatorio que pasa a través de la placa cribriforme del hueso etmoideo.

(La vía retronasal es indispensable para sentir sabor a una comida o bebida, ya que las moléculas volátiles liberadas en la boca durante la masticación alcanzan el epitelio olfativo a través de la nasofaringe durante la espiración).

Cada receptor odorante puede ser activado por varios tipos de moléculas odorantes, y un tipo dado de molécula odorante puede activar muchos receptores odorantes. Sin embargo, cada olor está codificado por la activación de una combinación única de receptores odorantes. Una gran ventaja de este código combinado es la posibilidad de detectar y discriminar un gran número de moléculas odorantes.

El Olfato es el único sentido directamente relacionado con el centro de manejo de las emociones e instintos humanos en el cerebro: el Sistema Límbico, también llamado rinencéfalo o cerebro olfatorio.

El cerebro y los aceites esenciales – la vía olfativa (un humilde resumen)

Desde sus profundidades, inserto en un lugar donde solo recibe la información que le transmitimos a través de las percepciones de nuestros sentidos, desde donde opera las repuestas a los estímulos que recibimos y regula y mantiene las funciones del organismo. Es muy complejo su funcionamiento, y para mi resulta difícil entenderlo.

Lo que hasta ahora he comprendido, acerca del cerebro y los aromas, es que ingresan las moléculas odoríferas, a través de la nariz y para continuar de manera sencilla, son recibidas por unas estructuras parecidas a pelitos que se encuentran en la parte superior de la cavidad nasal, células receptoras del sistema olfativo, las conducen al bulbo olfativo donde la información química se transforma en impulsos electromagnéticos, con lo que nuestro cerebro decodificará los datos recibidos. Siguiendo el trayecto, el aroma llegará a nuestra zona cerebral que se ocupa de las respuestas fisiológicas más primitivas, allí donde se manejan los instintos naturalmente humanos: memoria involuntaria, instinto sexual, hambre, emociones (como: placer, miedo), personalidad y conducta: el Sistema Límbico. La amígdala tiene en este sistema tareas importantísimas, activar el aviso del miedo, por ejemplo. El sistema límbico (llamado también cerebro cerebro olfatorio) tiene una relación muy directa con el sistema endócrino (glándula hipófisis) y el sistema nervioso periférico. Las moléculas de los aceites esenciales al mismo tiempo también ingresan a los pulmones a través de la inhalación.

Esta es solo una vista rápida de cómo que influyen los aromas en nuestras emociones, por ejemplo ante el estrés, ante el miedo, en caso de adicciones, en circunstancias de tristeza, nerviosismo o agresividad, y una larga lista.

El aroma elegido, con todas sus cualidades, atraviesa el momento junto a nosotros, podría decirse que fundiéndose con uno mismo, física y sutilmente.

Las otras vías por las que también ingresan en nuestro organismo los aceites esenciales son: la vía tópica si los aplicamos en la piel y vía oral si son ingeridos. La vía oral  es la que tiene un uso mucho más restringido.

Sobre otras vías de aplicación y sistemas del cuerpo ampliare en otras entradas.

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Esta entrada tiene contenido de mi autoría y es una recopilación de información de varias fuentes. NO es información definitiva e incluso puede no ser precisa y puede ser modificada con el tiempo o con futuras correcciones. Enfocándonos en la Aromaterapia esta información solamente pretende ayudar a comprender, a grandes rasgos, por qué los aceites esenciales producen cambios en el ser humano.

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