Me parece que según los libros y trabajos más recientes de psiquiatría prácticamente todas las personas tendríamos cosas que entran en las categorías de los trastornos mentales descriptos, y pareciera que estos serían medicables. La verdad, yo no lo sé, no creo que todas las personas estemos tan falladas y que debamos repararnos a costa de pastillas. Es una opinión. Ciertamente el mecanismo de acción de los fármacos psicotrópicos va más lejos que la de los demás medicamentos, modificando procesos en el cerebro. Existen casos en que es la única alternativa, pero en otros se puede resolver de otras maneras.
Podemos mencionar que en estos meses este tipo de remedios es noticia en los medios de comunicación debido al aumento de su consumo y record de ventas, llegando a un incremento de un 40% más en los últimos 5 años, con tendencia a seguir creciendo.
Lo preocupante es que estas píldoras se utilizan indiscriminadamente y alrededor un 20% son adquiridas sin receta en algunos lugares. El caso de una persona en su tratamiento, cuidadosamente seguido por el profesional que la atiende, es el único aceptable. El abuso (aún bajo prescripción médica) y la automedicación con este tipo de remedios lejos de brindar una solución puede ocasionar graves problemas, no son pocos los efectos adversos (entre los más comunes: alteraciones en el estado de alerta diurno, dificultades en la coordinación del movimiento, alteraciones en las funciones gastrointestinales, sexuales, de la memoria, dependencia y otros problemas más serios aún) de manera que las apodadas “pastillas de la felicidad” no tienen nada de felices, al contrario.
Según las estadísticas la mayor parte del consumo la llevamos las mujeres.
Mencionan en algunos estudios que las mujeres producimos un 50% menos de serotonina que los hombres, además en muchos casos las mujeres realizan múltiples tareas y roles, y si sumamos los cambios en el ciclo femenino, el hecho de tener más probabilidades de sufrir situaciones de acoso, y otros tantos factores que nos influyen a todos como la transición en las diferentes etapas de la vida, los cambios en lo económico, en lo social, conflictos laborales o con los seres queridos, en fin… algunos pasan sin pena ni gloria pero otros no son nada fáciles de atravesar. Es muy común y casi todos tenemos algún familiar o amiga/o que comúnmente toman lo que le decimos “un cuartito” como para lograr dormir o superar el estrés que se vive a diario como si fuera una solución mágica, rápida y fácil, lamentablemente en el uso continuado y sin supervisión médica, este hábito comienza a pasar factura. Comprendo cómo se siente ya que nadie está exento de sufrir, es parte de la vida inevitablemente, pero si hay una cosa rescatable del asunto, es que se aprende algo siempre y se crece. Hasta hay quienes afirman que los momentos de crisis son oportunidades. Así que pensándolo mejor, vamos con las cosas positivas que podemos encontrar en este tema.
Un cuadro que encontré para compartir con ustedes, que puede sumar algo de información:
Hay pequeñas cosas que tienen un valor terapéutico enorme.
Comunicarnos, hablar de lo que nos pasa, expresarnos. Acariciar y jugar con las mascotas. Ocuparnos de un jardín, huerta o macetas con plantas. Salir a caminar en la naturaleza siempre que se pueda, paseos por los parques por ejemplo. Aprovechar el sol: que levanta el ánimo, obvias son precauciones con el sol fuerte, pero no olvidemos que recibir un poco de sol a diario ayuda a que dispongamos de vitamina D (importante para los huesos y músculos) y que las horas de luz natural ayudan a regular los ritmos circadianos (ciclo de sueño y vigilia, cuyo mal funcionamiento se relaciona con en el insomnio, la depresión y otros problemas de salud). La buena alimentación favorece el buen estado físico y mental, así como la actividad física, desde salir caminar, ir al gimnasio, practicar yoga, pilates o natación. Sobrellevar mejor el estrés (hay un post anterior dedicado exclusivamente al estrés, con varias técnicas), y en algunos casos es positivo descubrir una actividad creativa, artística o arte-sana que nos llene de gusto.
Los Tratamientos. Pongamos sobre la mesa las opciones naturales:
Hay ocasiones en que se da con la solución al cambiar de terapia, luego de que los tratamientos anteriores no funcionaron. En este caso la sugerencia es que, si es posible elegir, intenten con opciones más naturales primero, y en última instancia, si es necesario recurrir a los psicofármacos, que sea únicamente guiado por un médico.
Me emociona enterarme a través de las redes sociales como recientemente una terapeuta en Aromaterapia consigue ayudar con aceites esenciales a una personita de muy corta edad a superar los síntomas de TDA, volviendo a la normalidad en la actividad escolar y en su crecimiento. Es una maravillosa noticia y un ejemplo de tratamiento natural que al menos a mi me conmovió. Ese es exactamente el trabajo del terapeuta.
El difusor o los hornillos son apropiados en todos los casos, pudiendo utilizarlos cualquier persona sin tener demasiados conocimientos: solo con saber cual aceite elegir, y echar 6 gotas en el agua, es suficiente para propiciar la atmósfera que estamos necesitando.
Un ejemplo es cuando se presenta EL INSOMNIO:
La dificultad para conciliar el sueño provocada por estés, ansiedad, depresión o demasiadas preocupaciones, resulta en situaciones donde encima dormir mal suma otro factor más para estar cansados, mal predispuestos, irritables y a veces con dolor de cabeza. Hay personas a las que les soluciona este problema el simple uso del difusor de aromaterapia, y otras que agregan un baño relajante antes de acostarse o un masaje suave. En este caso yo recomiendo que no falte el ae de Lavanda. En difusión: solo o combinado con otro ae que también sea sedante, poniendo en el difusor 6 gotas en total, ae de Lavanda + Sándalo, ae de Lavanda + Mandarina, o ae de Lavanda + Coriandro + Mandarina. En un baño de inmersión: ae de Lavanda + Manzanilla (si son estos aes podemos usar 5 gotas de c/u mezclándolas en un puñadito de sal gruesa y vertiéndola en el agua). El masaje: en la espalda, con 4 gotas diluidas en 10 ml de aceite vehicular (dos de c/u) de los aes de Lavanda + Mejorana. Y perfumar la almohada echándole 2 gotas separadas entre sí de Lavanda. Otros aes que se pueden combinar son los de Neroli, Palmarosa, Rosa, o Ylang ylang (si te gusta para un baño de inmersión, toma solo uno de estos y pone 4 o 5 gotas del ae elegido). Creo que estos métodos, aparte de efectivos, son muchísimo más placenteros que otros.
Durante el día elegir aes de cítricos, para difundir: como Bergamota, Pomelo, Naranja, Lima o Limón (6 gotas en el difusor). Otros pueden ser: Cedrón, Patchouli, Palmarrosa, que podemos combinar así: difundir juntos aes de Palmarrosa y Limón. Y con Patchouli (ya que a muchas personas les encanta) un Body Splash exquisitamente combinado Pomelo y Patchouli dejando un efecto anti-estrés.
Es clave la vía olfativa, por que nos permite darles acceso a las moléculas odoríferas de los aceites esenciales directamente al sistema límbico, situado en el cerebro, que es centro de manejo de las emociones, donde comienza su efecto terapéutico.
Las Tinturas Madre:
> Tintura de Hipérico: Una Tintura Madre que se está usando cada vez más es esta (Hypericum perforatum), también llamada Hierba de San Juan, para depresiones leves y moderadas, ansiedad, agotamiento nervioso y problemas de sueño. Uno de los componentes de esta planta, que parece ser el más importante, es la hipericina, que sería responsable de efectos comparables a los de los fármacos antidepresivos. Para su uso lo mejor sería consultar con su médico, ya que existen interacciones entre otros medicamentos y esta tintura, que no debe superponerse con el uso de los antidepresivos y otros tipos de remedios, dado el caso el cambio debe hacerse gradualmente y supervisado. Suele emplearse en dosis bajas, que en muchos casos son suficientes, lo recomendable es que lo señale el profesional. Se dice que es el mejor antidepresivo natural.
> Valeriana: es otra muy popular por sus propiedades tranquilizantes, sedantes del sistema nervioso. Es indicada en ansiedad, nerviosismo e insomnio. No produce dependencia. Se recomienda no consumir junto a otros medicamentos.
> Tilo: Reconocido sedante, su empleo en infusiones relajantes es muy común. Útil en casos de insomnio, jaqueca, migraña, y otras afecciones de origen nervioso. Se debe tener en cuenta que además posee propiedades diuréticas.
> Passiflora: sedante, calmante, inductora del sueño. Generalmente es indicada en estrés, ansiedad, insomnio, neuralgias, nerviosismo e irritabilidad.
Precauciones: Tanto para Aceites Esenciales como para Tinturas, previo al uso se recomienda informarse de las contraindicaciones que pudieran tener, como con ciertas enfermedades, estado de embarazo o lactancia, edad o interacción con otros medicamentos. Algunos (como son los aes provenientes de cítricos) son fotosensibilizantes y se debe tener algunas precauciones.
Así que sin duda les transmito que SÍ, se puede tener excelentes resultados, sanando, mejorando el estado de salud naturalmente, sin anestesiar ni desconectar ninguna parte de nuestra humana sensibilidad. Recuperar o aumentar la calidad de vida, integrando y respetando todos los aspectos que componen nuestra vitalidad, con la aromaterapia es posible. Además se puede complementar la Psicoterapia con la Aromaterapia, ambas son valiosas por separado, y es una buena alternativa combinarlas, lo mismo pasa con terapias de Reiki, e incluso con la meditación.
Hay muchas personas que no conocen estas alternativas, si crees que puede ser de alguna ayuda para alguien más, compartilo.
Saludos y hasta la próxima.
Romina,
Terapeuta profesional en Aromaterapia.